¡Ni Franco lo consiguió!

Es evidente que Franco (con el apoyo de los jesuitas y otros sectores) buscó, por todos los medios, borrar de la mente de los españoles la existencia de la Orden Masónica, con el fin de hacerla desaparecer, de manera similar a lo ocurrido con la Inquisición.  

La mayoría de los Hermanos iniciados lo comprenden así, salvo una minoría que, inconscientemente, cree que ser masón consiste simplemente en llevar un mandil, más o menos vistoso. Esa minoría, aunque bienintencionada, peca de ignorancia y de "ego".  

Entre quienes sí comprenden la profundidad de la Orden, se cuentan más de cien hermanos históricos, quienes son su verdadero fundamento. Uno de ellos, el hermano Escalada (malinterpretado en su momento), tuvo la idea de convocar una reunión de estos hermanos históricos con el propósito de rescatar a la GLE del estancamiento en el que había caído. Sin embargo, este esfuerzo resultó en un fracaso total. Escalada, por su experiencia y conocimiento, ya intuía que la situación terminaría como ahora.  

Sin más preámbulos, el discernimiento más claro y compartido es que la GLE se encuentra, por diversos motivos, en una línea que la lleva, si no a desaparecer, sí a convertirse en una sombra testimonial de lo que hace más de 300 años iluminó y continúa iluminando a la Humanidad.  

En resumen, lo que se ha expresado en esta página durante años, lo que piensan los Hermanos conscientes en sus tenidas y reuniones, lo que se comenta en grupos de toda España y se publica masivamente en redes sociales, WhatsApp y Telegram, puede sintetizarse así:  

**El principal responsable de esta situación es el G.M. Oleaga.** 

Esto ya ha sido señalado en numerosas ocasiones. Aunque Oleaga no actúa solo, su desconocimiento y dedicación profesional a la política lo han llevado a recibir información sesgada, llena de odio e ignorancia.  

Es bien sabido que el cerebro detrás de todo esto es F.J. Rivas, artífice de las ofensas en redes sociales a políticos (sin consecuencias, a diferencia de lo ocurrido con el G.M. Óscar). Rivas, con sus maniobras, ha manipulado situaciones en beneficio propio, convirtiendo al G.M. en una marioneta. Fue el ideólogo de una oscura comisión que, al estilo de una "checa", investigó a quienes hablaban con la prensa. Se interrogó a unos siete hermanos históricos, algunos de ellos por razones absurdas, como simplemente aparecer en una lista de Google junto a un periodista.  

En este entramado, también figuran Albuy y unos pocos más, quienes han contribuido significativamente a la situación actual. Personas así son un cáncer para la GLE.  

El caso de Cataluña es especialmente llamativo. Los responsables del patrimonio no tienen ni idea de lo que hacen, y Albuy, junto con la Secretaría de la GLE, manejan todo con una incompetencia preocupante. El G.M., al parecer, es manipulado constantemente.  

Todo comenzó con una tenida en Barcelona para la compra de un local inadecuado para la GLE, más propio de una peña excursionista. El Hermano J. Balaguer, al notar algo sospechoso en la insistencia por adquirirlo, comentó en tono informal: "Alguien ha parado la mano". Esto desencadenó una denuncia en su contra, aunque Albuy retiró la suya, otros dos hermanos no lo hicieron. La votación resultó en un rechazo a la compra.  

Desde entonces, se han presentado otros locales igualmente inapropiados. La negativa a comprarlos fue interpretada como un desafío, lo que llevó a decisiones arbitrarias, como la retirada de la carta patente a la Logia Llibertat, aunque posteriormente se devolvió en una Gran Asamblea en Barcelona con menos de 50 asistentes.  

En cuanto al local de Gran Vía, es incomprensible la obsesión por abandonarlo, cuando es una ubicación céntrica y representativa de Barcelona. Todo se reduce a renegociar el alquiler, ya que el lugar no tiene otro uso y quedaría vacío. El famoso problema de la salida de emergencia es una excusa, fácil de resolver con un certificado del Ayuntamiento o habilitando una salida adicional. Por cierto, el local en propiedad de la Logia de Madrid, no tiene salida de emergencia y está en un sótano.

Por otro lado, la Gran Asamblea que se celebró para votar la compra de un local en Barcelona terminó en un resultado confuso: aunque la mayoría votó a favor, no se alcanzó la proporción de dos tercios necesaria, debido a una normativa que impedía votar a quienes no asistieron a la Asamblea de Toledo. Esta situación evidencia la falta de transparencia y la manipulación en el proceso de toma de decisiones. Obviamente, todo esto tiene su repercusión en las afiliaciones a las Logias. Por poner un ejemplo: Cataluña en el último año: altas 14, bajas 43. Y así toda España.

El último episodio insólito fue la prohibición impuesta al Hermano del Haro de ser delegado del Hermano Alonso para Orador, tras su intervención en la Asamblea de compra. El G.M., en su estilo habitual, insinuó que no tomaría acciones, pero alentó a otros a denunciar, actuando de manera evasiva y manipuladora.  

Se forzó la dimisión del G.M.P. de Cataluña tras su intervención en la misma Asamblea y se nombró a Cecilio Limañana en su lugar. Limañana era el V.M. de Perseverança de Barcelona, del PSC, se le obligó a dimitir a cambio de una conferencia del Senador G.M. en el Prat de Llobregat, donde este es funcionario de UGT, para  poder nombrar al impresentable Corral -un trepa donde los haya- Venerable y a los tres meses Gran Secretario. Este nombramiento genera dudas, ya que Limañana había sido forzado a dimitir como V.M. de Perseverança de Barcelona, por motivos políticos, y posteriormente fue designado Gran Secretario en un ascenso meteórico. Los únicos cargos que tiene seguros el G.M. son por vía política, ahí poco, pero manda.

Está claro que la única forma de salvar a la GLE es convocando elecciones. De lo contrario, la vía judicial será inevitable, o peor aún, se corre el riesgo de una manifestación pública que dañaría la imagen de la Orden (o lo que quede de ella).  

El Magistrado Ignacio de Riego Valledor, del Juzgado nº 59 de Madrid, condenó hace algún tiempo a la GLE, criticando severamente sus sanciones disciplinarias. Declaró que el derecho de asociación incluye el derecho a no ser sancionado arbitrariamente y defendió el derecho a la discrepancia.  

Es hora de que algún hermano, siguiendo el ejemplo de Oleaga de "tirar la piedra y esconder la mano", recurra a los tribunales para defender los casos de Óscar, Balaguer, del Haro y otros.  

El G.M. debería anunciar elecciones, ya que lleva tres años aplazándolas bajo pretextos de reformas y auditorías de las que no se sabe nada. La situación es crítica: las bajas de Grandes Oficiales y Maestros no cesan, y las relaciones internacionales de la GLE están prácticamente rotas.  

Si Oleaga no convoca elecciones, pasará a la historia como el destructor de la GLE, superando incluso a Franco en su intento de borrar la Orden Masónica de España.  

"Siempre es peor al día siguiente" (Séneca).

Hom Dai