La gran reforma de la masonería, pero al revés. Mañana hace tres años.
Este mes se cumplen tres años desde que J.M. Oleaga anunció que tenía un plan para cambiar la GLE. Y, efectivamente, la ha cambiado.
Respaldado por los grupos Mesa y Foro Gran Reinicio (FGR), que lo apoyaron y elaboraron un decálogo de reformas con el objetivo de "construir una GLE transparente y participativa, alejada de intereses personales" y de "redactar un nuevo Reglamento y una nueva Constitución que revitalizarían los fundamentos tradicionales de la organización". Sobre el papel, bonito quedaba.
Sin embargo, desde el principio, dichos grupos advirtieron que las acciones de Oleaga apuntaban en otra dirección, muy distinta a la que había prometido. Entre otras cosas, parecía utilizar este Noble Oficio como trampolín para sus propios intereses personales y políticos dentro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Rápidamente, Mesa y FGR se apartaron del Gran Maestro, pasando a formar parte de la oposición, una decisión que, valga decir, les honra y reconocemos.
Hoy en día, la GLE es una institución completamente fracturada. El Gran Maestro solo cuenta con el respaldo del Gran Consejo Rector, una parte del Cónclave y algunos Grandes Oficiales; es decir, aquellos que han sido designados "digitalmente" (a dedo).
La realidad es evidente: ha perdido todas las reuniones, asambleas y actos en los que participa la mayoría de los Hermanos. Un ejemplo clave fue la moción para la compra de un local, votación que perdió en dos ocasiones sin que se asumiera ninguna responsabilidad al respecto (ni renuncias, ni dimisiones, ni ceses).
Su último fracaso personal como Gran Maestro ha sido la elección del Gran Orador en la Gran Asamblea, donde su candidato fue derrotado por más de cincuenta votos. Sin embargo, todo sigue igual.
Ante los resultados de las votaciones realmente participativas, la mayoría de los Hermanos, conscientes de que ha llevado a la GLE al borde de la destrucción, han solicitado—tanto de viva voz como por escrito—que convoque elecciones lo antes posible para frenar la demolición de nuestra querida Institución. Pero todo sigue igual.
J.M. Oleaga afirmó públicamente que su mandato duraría SOLO dos años. Sin embargo, los Hermanos de la Orden pronto comprobaron que eso era una mentira o, como ahora se suele llamar, un "cambio de opinión". La excusa que esgrimía era la necesidad de redactar un nuevo Reglamento y una nueva Constitución.
Este supuesto "bálsamo de Fierabrás" ha terminado convirtiéndose en un mamotreto infumable, inservible e ineficaz, totalmente innecesario para una Orden que apenas supera los tres mil miembros. Evidentemente, y muy a su pesar, no le ha quedado más remedio que aprobarlo por partes, con una participación mínima y siguiendo el más puro estilo de los políticos profanos, que mercadean con todo y con todos sin otro principio que el de perpetuarse en su poltrona, cueste lo que cueste.
Al asumir el más alto Oficio, no se cansó de repetir que su reforma tenía como objetivo "construir una GLE transparente, participativa y, sobre todo, alejada de intereses personales". Sin embargo, la realidad demuestra que ha hecho exactamente lo contrario.
Hoy, la GLE está completamente dividida, funcionando más como una secta que como una institución. Se han creado comisiones de investigación arbitrarias y se han apartado miembros históricos mediante falsos decretos. Como consecuencia de esta forma de proceder, las dimisiones y bajas en los cargos son constantes.
El Gran Secretario ha sido nombrado tres veces en un corto período. Un Pasado Gran Maestro tuvo que marcharse al ver cómo el actual Gran Maestro ignoraba por completo sus escritos contradictorios. Otro Pasado Gran Maestro fue suspendido sin motivo alguno.
Las renuncias de Grandes Maestros Provinciales han sido recurrentes debido a un clima insoportable; en Cataluña, el cargo ha cambiado tres veces. Ante la falta de candidatos dispuestos, el Gran Maestro terminó nombrando a su propio hermano de sangre como Gran Maestro Provincial. Incluso el segundo al mando de la Institución renunció, incapaz de soportar la situación.
Y la lista sigue, etc., etc., etc.
La prensa profana ha encontrado un terreno fértil en esta debacle, retratando a la GLE como poco más que una secta, un club de conspiradores jubilados o algo similar (al menos en dos periódicos de gran tirada). Todo el prestigio que la Institución había logrado ganar ante la Sociedad Civil se ha desmoronado.
Afirmó: "Me someteré al voto de confianza una vez al año". No lo ha hecho. En realidad, ni siquiera serían necesarias las votaciones de la Gran Asamblea, pues las ha perdido todas. Esa es la respuesta del mundo masónico en España.
Por si todo esto fuera poco, su papel como senador en el mundo profano ha agravado aún más la percepción negativa de la masonería. J.M. Oleaga es miembro de la Comisión de Justicia del Senado por el PSOE.
En la reunión de dicha comisión, celebrada el pasado 18 de febrero para tratar el caso del Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, Oleaga protagonizó un incidente al llamar "fascista" al portavoz adjunto del PP en la comisión, Antonio Silván, golpeando el pupitre antes de abandonar la sala. Esperemos que dicho senador no sea Hermano de alguna otra obediencia masónica... Nunca se sabe.
Un Gran Maestro no puede, en el Senado de un país democrático, utilizar la palabra "fascista" simplemente porque alguien no piensa como él o le hace preguntas incómodas. Parece que hemos olvidado que, hasta hace poco, calificar a alguien de esta manera podía considerarse un delito.
No se puede esperar más para convocar elecciones. Las excusas sobre el Reglamento y la Constitución no son más que eso: excusas. Cada día que pasa, nuestra querida Institución se debilita, perdiendo tamaño y relevancia en el mundo masónico. Mientras tanto, las discusiones y enfrentamientos entre los Hermanos no hacen más que crecer, alejándonos de esa palabra sagrada que tenemos grabada en nuestros Templos: FRATERNIDAD.
Si se persiste en este camino hacia la oscuridad masónica, la sociedad profana celebrará los escándalos y el espectáculo de circo que la prensa antimasónica no dudará en publicar. Y más allá de eso, el hecho de ser y manifestarse como francmasón dejará de ser algo honorable, interesante o positivo a los ojos de la opinión pública y de los partidos políticos en España.
"La pluma es el lenguaje del Alma." (Miguel de Cervantes.)
HOM DAI
Todos los hermanos estarán de acuerdo con tu escrito, sin duda, querido Hom Dai.
ResponderEliminarEres benévolo, pero no vale la pena ampliar lo que dices. Te has quedado corto. Que vergüenza lo del Senado, está colgado en las redes, basta poner Senador insulta en el Senado, cuando le dicen, vete, y otro dice: pero que dice este tío. Las Grandes Logias del Mundo lo deben haber visto. Que vergüenza. De todas maneras es sabido que el gran prestigio que teníamos en el mundo, por la labor de OSCAR no solo ha decaído sino que los comentarios son demoledores. Es molesto la cantidad de decretos, datos, etc. que publica la Secretaria, bueno la asistenta del Secretario, esa señorita que se tendrá que revisar algún día. No es de extrañar el importe que pagamos de esa secretaria. En fin, mejor no continuar. Lo único que pedimos es que no se marchen mas hermanos. Es de esperar que alargue el G.M. la convocatoria, pero llegará, sin duda.
Morderse lo puños y aguantar.
Del Haro, magnífico en su participación en el Cónclave, lástima no ganara las elecciones.
Como le dicen en el Senado, VETE YA.
Creer posible algo, es hacerlo cierto. Hebbel
KIM PEEX