P A V U R A

El franquismo, con su predicamento, dictamen, doctrina, publicaciones e informes de odio contra la masonería, durante cuarenta años, ayudado por historiadores, políticos, eminencias culturales enfermizas, instituciones religiosas, preparó con esa doctrina a la sociedad civil, para que si algún día fuera legalizada en España, surgiera metamorfoseada en un club, asociación cultural, ateneo, círculo de amiguetes jubilados o peña benéfica. El padre de ese proyecto fue Pedro Sainz Rodríguez.

El éxito de Sainz Rodríguez es evidente que ha sido absoluto, integral, completo. Actualmente, sin ninguna duda, reconocido por la mayoría de los masones y por todos los profanos, somos un grupo pintoresco; como mucho, apenas una sociedad benéfica que no le llega a los talones a los Rotarios.

No es por casualidad que, a través de todos estos años, hemos iniciado a unos diez mil hermanos y que actualmente apenas realizamos trabajos en logia unos dos mil quinientos. En consecuencia, se han marchado decepcionados unos siete mil quinientos. Evidentemente, por no haber encontrado el activo que siempre ha pregonado la masonería en España; es decir, su influencia en la sociedad civil en todas sus vertientes (culturales, profesionales, iniciáticas, económicas, incluso políticas) y muy especialmente como una Orden de Iniciación Espiritual por medio de símbolos.

El miedo terrible es que, en muy pocos años, de seguir por este camino la GLE será testimonial. Un puñado de abuelos nostálgicos, de pelo cano, a los que nadie en el geriátrico hace caso de sus batallitas.

Lo que pasó en los primeros años, tras su legalización en España, puede tener una explicación razonable. Esos años fueron de asentamiento, de volver a darse a conocer ante la sociedad profana. Pasadas las primeras dos décadas, surgió un movimiento interno, que buscaba dar un impulso a la GLE hacia una dinámica más iniciática. Se intentó cambiar la Constitución, profundamente, creándose Logias especializadas (a imitación de otras potencias masónicas, nada nuevo bajo el Sol de Mediodía). No obstante, contra este movimiento surgieron los continuistas del personalismo, de los egos revestidos con mandilón. Además, a esta iniciativa se opusieron los británicos. Obviamente, fracasó. Y así, de fracaso en fracaso, hemos llegado hasta la situación límite actual.

El estado actual es el fin de una Institución, aunque no de una Orden; no somos tan importantes. Estamos divididos entre nosotros, sin saber para nada qué somos y hacia dónde vamos. Si fuéramos una sociedad civil profana saldríamos a la calle con pancartas, denunciado a los actuales líderes de incompetentes, oportunistas, incultos o portadores de algún fin torticero oculto, más allá de la codicia y el ego.

Otro más. El G.M. convoca a los Hermanos históricos, con matrícula anterior o igual al nº 2.000. Por cierto, propio Fouché no podría acudir, pues tiene el nº 4.190 y el Diputado del G.M. (Norman Bates) tampoco, pues tiene el nº 3437. El porqué,  aparte de presentar la Reforma, es este rimbombante enunciado: "Análisis del futuro de la Gran Logia de España. Intercambio de análisis por parte de participantes y el G.M."

Nos parece increíble. Lo normal sería que de esos Hermanos históricos no vaya ninguno a ese reclamo. La respuesta es muy fácil. El futuro es un cambio total de paradigma de la GLE, más que Reformas de Constituciones (un absurdo que no servirá para nada masónico).  

El futuro pasa por que este equipo gobernante deje la poltrona que han conseguido gracias a grupos como MESA y otros a los que han engañado y traicionado. Por incompetentes y por falta de categoría cultural y masónica. Por favor, somos una Orden y estamos a la Orden del G.M. y su equipo. Si no saben a dónde nos llevan o no quieren esforzarse más allá de pasear un mandilón, un collarín y unas condecoraciones, tienen la obligación moral y ética de marcharse, incluso más allá de pasos perdidos. La Historia los juzgará. El Karma masónico los alcanzará.

Nos comentan desde Cataluña novedades respecto de la presentación de la Reforma. Acudieron veintitantos; si descontamos los cortesanos de Fouché, cuatro y el cabo (una escuadra pelada). Lo presentó el propio Fouché. Nadie entendió nada. Siguió Norman Bates (mejor no comentaré lo que dicen de él en Cataluña).  Eso sí, no pararon de comentar la intervención de un tal "Zabal", con pinta y oratoria (dixit los de Cataluña) de peón de obra. Al parecer, este Z, aparte de leer los diez puntos cambiados de orden, recriminó que de Cataluña tenían que haber acudido unos cien Hermanos y no los pocos que eran. Dramático.

Los diez puntos a cambiar no sirven para nada. Quizá lo de los "Triángulos de la edad media"; pero los demás de pena. Lo de los "con derecho a voto", no sirve de nada. Para los Maestros Instalados, que muchos se han dejado pedazos de su vida y salud por levantar una Logia, los únicos activos masónicos que conservan son sentarse en el Oriente de la Logia y votar en los proyectos importantes de la GLE. Votar a favor de un cambio que les quita, en la práctica, ese segundo activo gracias a su entrega y dedicación masónica, es algo poco probable. Los egos son así. Aunque seguramente en Fuengirola saldrá que sí. Asistirán los adeptos y al celebrarse la Asamblea de la Provincia de Andalucía habrá Hermanos suficientes.

Por cierto, no es necesario que las Asamblea sean presenciales, como algunos pavonean. El G.M. Óscar en el Cónclave (al que Fouché no acudió) explicó claramente que votar telemáticamente es presencial "presencial telemáticamente", como se ha hecho otras veces. Una vez más y como siempre, dijo las verdades del barquero: que el G.M. no obraba bien y que sólo lo hacía para que no saliera el no, si se hacía telemáticamente. Telemáticamente se puede comentar el voto, votar y lo que sea. A Óscar le contestó Norman-Escalopa diciéndole que no estaba bien que pusiera al G.M. a parir, sin estar presente. Precisamente él que ha puesto a parir a todos siempre.

El Cónclave fue ridículo, otra pérdida de tiempo. No se entendió que en Cataluña (por cierto, el Provincial no acudió) se han regularizado varias solicitudes de forma poco ortodoxa y masónica. ¿Y qué pasa con el Secretario provincial, que cobra torticeramente? Cuidadito con la AEAT.

Local de Cataluña. Sobra espacio. Si termina el contrato actual se negocia otro nuevo, como ya hizo en su día Barón y el magnífico Provincial Font. Querer es poder. Y hay Hermanos que saben, quieren y pueden.

Hermanos, si perdemos un año más seguramente habrán movimientos masivos en este Club y de estos se enterará el mundo profano, prensa, partidos políticos y la señora de la limpieza de la escalera. 

Nuestra propuesta es que el G.M. y su equipo dimitan ya. Se nombre un Hermano de prestigio para que con los Hermanos históricos y otros de conocida categoría,  una a todos los Hermanos y procedamos a una refundación interna profunda. A un cambio de paradigma masónico de nuestra Institución.

Manuel Becerra, Estanislao Figueras, Pi i Margall, Ruiz Zorrilla, Mateo Sagasta, O´Donell, José Echegaray, Espronceda, Samaniego, Azaña, Marcelino Domingo, Martínez Barrio, Portela Valladares, Ramón y Cajal, Sorolla, Fernando de los Ríos, Blasco Ibáñez, Jiménez de Asúa, Companys... Con ellos fuimos los padres de la Constitución de la Segunda República española, la Constitución más avanzada de Europa. Si pudimos llegar a esto en el pasado siglo XX, en este siglo XXI podemos llegar a esto y mucho más.

Los pocos que asistan presencialmente, que voten ¡NO A ESTA REFORMA!

"Humano es errar, pero sólo los necios perseveran en el error."
(Marco Tulio Cicerón).

HOM DAI