Un Ingeniero tendiendo puentes

No debemos desenfocar sobre la responsabilidad de lo que está pasando y es del GM actual  y de ningún otro. A él corresponde por acción o por omisión deliberada. Estamos en un nudo de decisiones basadas en la política profana, en donde el GM actual, cada vez más aislado, se está rodeando de compañeros de su partido político, como apoyo de sus decisiones en nuestra Institución. Esto no funciona en el mundo masónico y socialmente se ha perdido el sentido de la regularidad y del reconocimiento. Consciente o inconscientemente, se están aplicando afinidades políticas en la GLE y, externamente, se está dando una visión de la GLE vinculada a un determinado partido político, a la Republica, el Grande Oriente Español, que, además, es mentira, y a la llamada memoria democrática como la ve un determinado partido y como no la ven muchos otros partidos que votaron en contra de esa Ley.

No existe democracia dentro de la GLE. Precisamente, se han incumplido todas las promesas electorales por el cambio. Seamos claros: aquí no ha cambiado nada. El mismo equipo que aupó al GM a ganar las elecciones se ha roto y dividido, precisamente, por lo que consideran una traición de esos Hermanos. Lo que iba a ser el cambio en dos años ha derivado hacia el desastre de mantener los mismos esquemas y la misma cultura de política profana de siempre; o sea, un fracaso que no admite nada que lo rebaje, pero con un añadido: nunca la GLE había perdido la neutralidad a favor de una idea política o de un partido político, como está ocurriendo ahora con la política interna y nunca se había producido una política interna encaminada a cargarse un concreto grupo de hermanos, los hermanos ingleses.

Estamos asomados al abismo, una vez más. Pero esta vez, no por cosas anecdóticas, sino por cosas serias y con un enfermo aún más debilitado que es la GLE y la masonería regular. Lo que ha ocurrido en Barcelona es una llamada muy importante que primero intentó ser neutralizada y ahora intenta ser no escuchada. En Madrid, nadie tiene ni idea de qué se trata el tema de la venta de Juan Ramón Jiménez. En cuanto a lo de Canarias, es producto de las guerras internas entre tres o cuatro hermánanos que tienen fracturada Canarias, con un ambiente absolutamente irrespirable. Descartando que existen motivos económicos (que yo particularmente no creo que existan) sólo hay una explicación y son movimientos preelectorales para conseguir cuotas de poder.

El camino del renacimiento, de nuestro renacimiento masónico, pasa, necesaria y extraordinariamente, por un GM de concentración, que concilie y sume a todos los Hermanos y sus diferentes sensibilidades masónicas, de cuatro años de tregua fraternal, con la convocatoria inmediata de elecciones para salir de la dinámica de "buenos y malos" en la que estamos inmersos desde hace ya unos años, y por la presentación de un candidato único, de unidad y disuasión de otras candidaturas.

El que no quiera entender, ni ver, que no lo haga, pero no por eso evitará la inanidad de la masonería regular y de la GLE. Una Institución sin prestigio, presa de la dinámica franquismo-represión, mirando hacia el pasado en lugar de mirar al presente y sin futuro. Obviamente muchos Hermanos están planteando la lucha final, lo que quiere decir que muchos estamos al todo o nada. Si hay un cambio de verdad del modelo de nuestra Institución habrá que quedarse. Si seguimos igual, habrá que irse, con otra nueva escisión en la GLE que llevará a que cada vez masones más jóvenes, con menos tiempo en la Orden y con menos formación iniciática, accedan al gobierno de la GLE.

O cambiamos, o nos acabamos nosotros mismos.

UN INGENIERO TENDIENDO PUENTES