El gato de Schrödinger, a la vuelta de vacaciones.

Como el gato de Schrödinger, CHOLE no se sabe si está vivo o muerto. Al leer el decreto 1.335 de levantamiento de columnas de la R.L. Mare Nostrum de Reus, los hermanos vascos que conocen bien a CHOLE, nos dicen que no lo ha redactado él. Es evidente que se nota la mano de Albuy. Parece ser que esa R.L. solicitó el cambio de nombre a General Prim o Antoni Gaudí (no recuerdan el nombre). El G.M. ÓSCAR no aceptó el cambio de nombre y la logia pidió toda ella plancha de quite y se fue. Se supone que ahora sólo constan los hermanos que en aquellas fechas eran miembros. Los iniciados irregularmente durante estos años es evidente que tienen que ser regularizados, si eso es posible, y pagar los correspondientes cánones.

En el anterior decreto el 1.334 sí que se nota el "vaniloquium" a que nos tiene acostumbrado CHOLE, su diestra mano en crear comisiones. ¿PARA CUÁNDO UNA COMISION DE COMISIONES? En una comisión de cinco hermanos, tres son ingleses. Claramente se desprende un tufo de vindicación hacia ÓSCAR (igual que la auditoría). Nos comunican desde Barcelona que es como si dentro de dos años, cuando se vaya CHOLE (¿no es lo que dijo?) la nueva Gran Maestría crea una comisión para averiguar cómo al nuevo Gran Secretario de Cataluña se le pagan sus honorarios por sus cuatro horas de trabajo o más... ¡Sorpresa!

Por fraternal respeto, mejor no comentar el manifiesto o lo que eso sea (da pena) sobre el fallecimiento de la Reina de Inglaterra. Los ingleses que mandan en la GLE, junto con unos mindundis nacionales (o sea, de aquí) han obligado grabar ese mamotreto. Esperemos cuando alguna personalidad española se muera también se publique un escrito tan notorio (aunque sea republicano).

Aquí, en La Capital, se comenta que los britanos se han cansado de Escalada, que se le ve el plumero; van a por él. Ummm, es curioso que se vaya de picos pardos con CHOLE a Portugal.

La G.L.E. como Orden o Escuela Iniciática no existe. Es una formación compuesta de hermanos no iniciados, de ingleses y, desgraciadamente, socios del IMSERSO. La nueva Gran Maestría no sirve para nada; bueno, sí, para crear comisiones. 

De Barcelona también nos dicen el desengaño y tristeza con Albuy mandando y el pobre Gran Maestro Provincial que no tiene ni idea. Recuerdan con nostalgia masónica al G.M.P. Carles Font (sus conferencias organizadas con grandes temas, sus pases de películas, sus actos al que acudían profanos). Todo llega y todo pasa.

Sólo me queda decir, en pluma de Goethe, "Nosotros no nos engañamos nunca, sino que nos engañamos a nosotros mismos".

KIM PEEX