P A V U R A
El franquismo, con su predicamento, dictamen, doctrina, publicaciones e informes de odio contra la masonería, durante cuarenta años, ayudado por historiadores, políticos, eminencias culturales enfermizas, instituciones religiosas, preparó con esa doctrina a la sociedad civil, para que si algún día fuera legalizada en España, surgiera metamorfoseada en un club, asociación cultural, ateneo, círculo de amiguetes jubilados o peña benéfica. El padre de ese proyecto fue Pedro Sainz Rodríguez. El éxito de Sainz Rodríguez es evidente que ha sido absoluto, integral, completo. Actualmente, sin ninguna duda, reconocido por la mayoría de los masones y por todos los profanos, somos un grupo pintoresco; como mucho, apenas una sociedad benéfica que no le llega a los talones a los Rotarios. No es por casualidad que, a través de todos estos años, hemos iniciado a unos diez mil hermanos y que actualmente apenas realizamos trabajos en logia unos dos mil quinientos. En consecuencia, se han marchado decepc