La maldición de Tutankamón

Me han pasado por las redes sociales el último artículo de este blog (Autotomía caudal). En dicha publicación se me menciona expresamente, por lo que ahora haré uso de mi derecho a replica y corrección. Gracias por mencionarme y si se quiere por mi apellido, también: Adolfo Alonso. En tiempos de la logia de Sherwood me llamaban el “Japo” o Kuriwayasi, por haber fundado el blog "Cartas desde Iwojima", adalid de las luchas contra el GM Carreto. Cierto. No cambiamos, es como una maldición la que tenemos en la GLE. En esto tiene razón el blog, es como la maldición de Tutankamón, Hom Dai. Ya lo expliqué todo en mi programa electoral. He acertado, pleno al quince. ¿Y ahora qué? Pues no me alegro de ello. Recordemos lo que decía: tender puentes; poco tiempo 2 años, eran necesarios 4; no me volvería a presentar a reelección; lo hacía como servicio y devolución a la masonería de lo que había recibido, en unas concretas coordenadas personales; había que abrir un proceso largo; estábamo

Puntualmente, igual que a las lagartijas les vuelve a crecer la cola después de una descoyuntara, la nueva cola aparecida en la GLE, después de la descoyuntara de la pasada Gran Maestría, es la misma, pero con algunas variaciones tendentes a peor imagen y calidad. Decepción, tras decepción. Si con el perínclito G.M. OdA la decadencia durante doce años de la Institución fue creciendo exponencialmente hacia el erebo, en el poco tiempo que llevamos con el anfibólogo G.M. Chole, la decadencia ha llegado a un punto sin retorno. O por lo menos de muy difícil retorno. Decepción, tras decepción. La Institución no solamente no crece. Sobre los pocos iniciados, sin menospreciar a nadie, es sabido de su bajo nivel, en todos los sentidos (es penoso este comentario, pero es lo que hay). Las planchas de quite de Hermanos muy significados es constante. Igual sucede con las bajas de los nuevos iniciados, que marchan tan deprisa como han entrado, por no encontrar nada de lo anunciado y  esperado. Decep