La maldición de Tutankamón

Andréi Márkov, matemático ruso del siglo XX, definió las llamadas cadenas de Márkov o cadenas de probabilidades de sucesos futuros aleatorios. En pocas palabras, puso cifras a la influencia del presente sobre el futuro. Todos los Hermanos están de acuerdo que la GLE actual (por los motivos tan repetidos en la ignorancia de sus dirigentes), es en realidad una ONG o sociedad  con aspiraciones de Asistencia mutual o de Ateneo cultural; vamos, que ni eso. De ahí los más de seis mil Hermanos durmientes. Y, desgraciadamente, los dos mil ochocientos que somos (unos dos mil españoles y el resto de extranjeros), se han vuelto en la mayoría de los casos, endogámicos con los dirigentes. Para un colectivo tan pequeño y tan elemental es un extravío tener tal cantidad de Grandes Oficiales, que no sirven para nada y a los que no se puede acudir porque en su mayoría son extranjeros y que no saben nada de nada, ni quieren saber. La falta de conocimiento iniciático de su dirigentes, que a su vez se rode

Esperemos alguna gran sorpresa en la Gran Asamblea el día de San Fermín; pero la sorpresa será que no habrá ninguna sorpresa. Un proverbio chino advierte: "Si no cambiamos de dirección, es probable que acabemos llegando exactamente adonde nos dirigimos" Bien, nos dirigimos exactamente,  sin ninguna duda a la situación que vivió la GLE durante el mandato de Luis Salat (qepd). Reinos de Taifas personalistas a gogó. Preparación y movimientos subterráneos de futuros candidatos. Inactividad masónica a todos los niveles.  Un mínimo de iniciaciones (las pocas, penosas). Planchas de quite numerosas de hermanos de gran nivel.  Mayor influencia si cabe de los ingleses. Apartados de las posibles decisiones importantes los hermanos pertenecientes a anteriores Grandes Maestrías (independientemente de su valía). Proliferación de hermanos burócratas y de visión propia de las clásicas ONG. Cero reconocimiento de la sociedad civil. Nulo conocimiento  del mundo iniciático. Proyectos absurdos d